Al mejorar la estabilidad del terreno y las estructuras asociadas, los anclajes reducen los riesgos de deslizamientos y colapsos a largo plazo, proporcionando una solución duradera.
En terrenos con condiciones adversas, como suelos blandos o inestables, los anclajes permiten la construcción de infraestructuras de manera segura y eficiente.
Pueden adaptarse y diseñarse de manera específica para satisfacer las necesidades de proyectos individuales, lo que proporciona flexibilidad en el diseño de soluciones geotécnicas.